Los lápices de Blackwing fueron originalmente introducidos por Eberhard Faber Pencil Company en 1930. Un lápiz elogiado por el New Yorker, The Boston Globe, El Boing Boing y que incluye entre sus seguidores de culto a John Steinbeck, Vladimir Nabokov, Truman Capote, Chuck Jones quien orgullosamente usó el Blackwing 602 para crear Bugs Bunny y muchos otros personajes de Looney Tunes.
Fabricado con madera de Cedro de California y mina de grafito japonés que aporta un deslizamiento único sobre el papel, cumpliendo su promesa: "la mitad de la presión, el doble de la velocidad en la escritura".
Cuerpo con patrones de Arte Nativo americano
Férula dorada
Grafito de dureza Firme (2B)
Goma de borrar color granate recargable